martes, 10 de noviembre de 2009

Están en Babia

¿Saben de dónde viene la frase, expresión o modismo “beber los vientos”? Se dice que el origen se encuentra en los perros de caza venteadores que, al olfatear el aire, parece como si lo estuvieran bebiendo.

¿Les suena la expresión “A tontas y a locas”? Cuentan por ahí que hubo un fraile del siglo XVII, un tal fray Juan Farfán, al que invitaron unas monjas para que soltase un sermón con poco tiempo para prepararlo, por lo que se subió al púlpito excusándose de ello y rematando con un latiguillo de esos que hacen amigos: “Pero al fin, hoy predicaremos a tontas y a locas, como pudiéramos”.

¿Y la infame frase alentada por los gabachos de “África empieza en los Pirineos”? Al parecer, los rumores siempre acusaron como autor de tan perversa afrenta a Alejandro Dumas, padre, o sea, al progenitor del creador de “Los tres mosqueteros” y otras obras inmortales de la literatura. Dumas padre (e hijo) negaron la mayor y siempre se declararon grandes admiradores de nuestra ibérica cultura, lo que no impidió que en una ocasión fueran recibidos a cantazo limpio en un pueblo de Granada. Por supuesto los habitantes del pueblo, cuyo nombre Dumas nunca quiso recordar, no se molestaron en comprobar, o al menos leer, las explicaciones del gabacho “rencoroso” a la “convincente” acusación de ser los creadores de la ignominiosa frase. De hecho, a día de hoy, al parecer la cita sigue teniendo un carácter apócrifo, por lo que se sigue sin conocer al malandrín que la pergeñó, aunque se suele acusar a los Dumas, les guste o no a ellos.

Podría seguir y seguir con más ejemplos, pero no quiero con tal exhibición demostrar que soy un pozo de sabiduría (más bien al contrario) porque estoy consultando casi de carrerilla un viejo libro que conservo con cierto cariño desde mi juventud. El texto fue escrito por un señor que sí era un gran pozo de conocimientos, además de afamado escritor y gastrónomo reputado que, por desgracia, ya pasó a mejor vida, aunque la que tuvo anteriormente fue muy buena, si uno repasa su biografía. El libro en cuestión se llama “Cuento de cuentos” y fue escrito por Néstor Luján hace ya unos añitos. En él se recopilan los orígenes de conocidas frases, expresiones, modismos, vocablos, palabras, refranes y proverbios. No es de esos libros que hay que leer de principio a fin, ni siquiera leerlo entero, sino que es mejor acercarse a él de vez en cuando para pasmarse del motivo por el que se dicen ciertas cosas desde hace siglos, muchas de ellas como consecuencia de la desconfianza popular hacia ciertos personajes (o grupos) a los que se acusa de algo que, según la rumorología, han hecho o dicho, aunque sea supuestamente.

¿Y por qué esta introducción tan ilustrada y con la que quedo de miedo? Pues porque me sirve perfectamente para comentar la polémica originada estos días por Ángel Martín (el presentador de La Sexta) sobre un artículo suyo del pasado mes de mayo (sí, amigos, mayo) en la revista DT en el que se reía del pueblo Babia (y por ende sus habitantes babianos), sito ello en la Comunidad Autónoma de Castilla y León.

Había leído por casualidad el incidente en Internet, alucinando con la ferocidad con la que mucha gente se ha sentido agraviada, hasta el punto de crear un perfil en Facebook (con casi un millar de fans) en donde al presentador le acusan de un delito mayor del que cometieron los Dumas en su tiempo con la frase de marras sobre los Pirineos y su comienzo. Leyendo los comentarios escritos en el perfil por amables hombres, mujeres y jóvenes, la mayoría orgullosos leoneses, además del indignado añadido de un grupo independentista que aboga por la separación de las tierras de León del resto del Estado, uno puede pensar que la horca es lo mínimo que se merece el conocido monologuista. Tras leer el texto que ha provocado tal revuelo, uno certifica que sí, que efectivamente el cómico usa un tono burlón y ácido para meterse con esa pequeña población y sus buenas gentes.

Si a toda esa corriente de indignación le unimos la “oportuna” denuncia que ha hecho un modélico personaje de la televisión que porta siempre gafas oscuras, además de impostada pose de malote que te cagas en las bragas, uno comprende enseguida que el tal Martín es un descamisado que va ofendiendo a humildes gentes de pueblo que se ganan el pan con el sudor de su frente.

El caso es que me iba a juntar con el resto de la turba para pedir firmas animando a que se eche del país a este elemento, cuando se me ocurrió consultar en mi vieja Enciclopedia Ilustrada (recomiendo aún así que vean la explicación que ha dado el cómico en su programa, martillo de la indefensa prensa del corazón), o algunas de las respuestas que nos proporciona Google cuando uno mete la palabra Babia. El resultado es bastante concluyente: resulta que el pueblo agraviado no existe como tal, es ficticio. El propio Martín animaba desde su programa a que la gente metiese Babia en la casilla de población dentro de ese invento con zoom marciano llamado Google Earth, y el resultado es un pueblo llamado Babia... pero en la República del Congo. Eso sí, existe una Comarca con ese nombre, que agrupa a su vez una serie de pequeños municipios.

De poco le va a servir a Ángel Martín (este cómico sin sentimientos) explicar que todo era una broma cómplice entre él, el también cómico Dani Mateo y los periodistas Ramón Aragüena y Javier Coronas (todos ellos columnistas de la citada revista) sobre la ficticia Babia y unas viejas crónicas que hacía Arangüena para Iñaki Gabilondo sobre “un pueblo llamado Babia”. Por cierto, la Babia real, o sea la Comarca, era aquel lugar que, según el gran Néstor Luján, servía de reposo a los Reyes de León para huir del estrés de la Corte. Y cuando había problemas y la gente preguntaba por ellos, los súbditos que les querían poco respondían de forma maledicente eso de “están en Babia”.


3 comentarios:

Unknown dijo...

Por pura fortuna he cambiado la tele hoy cuando ese ..... de gafas oscuras contestaba a la explicación de Angel Martin, intente verlo, es de las cosas más bochornosas que he visto en tiempo.

fritus dijo...

Me ha encantado este post...me caía muy muy bien mi paisano Néstor Lujan...(un señor que tenía una papada que cabiamos usted y yo y una burra y un seiscientos dentro de ella), pero eso no le impedía ser un tipo encantador y cultísimo...
No puedo con Eva-Risto Mejide...no puedo con él, sinceramente, me supera...este país, decididamente se está volviendo muy gilipollas ...

A mi, de todas estas frases que hace referencia al inicio del post la que más me gusta es la de "acabar como el rosario de la aurora"...me explico ( Como lo explicaría Sofia Petrilo de las Golden Girls)

España: Principios de siglo XX....

En las grandes ciudades como Madrid o Barcelona, las masas obreras curran de lunes a sabado jornadas extenuantes de 14 horas diarias. El único día libre que tienen es el domingo.
Como usted puede imaginarse el saturday-night y su consiguiente farra ya estaba inventao entonces...

Pues bien, Párrocos y feligreses muy católicos, preocupaos por el desapego del proletariado industrial respecto de la fe católica van rezando el rosario, acompañados de matracas y otros instrumentos sonantes, a la hora del amanecer( de ahí lo de "rosario de la aurora") los domingos por la mañana por los barrios obreros...la trifulca entre los resacosos que quieren descansar y los salvaalmas que van montando ruido, está servida.

Un abrazo, maifrén

Dani dijo...

Je. No me había enterado de la polémica porque (atención al chiste fácil) he estado en Babia el último mes y medio. Tener una prueba más de que el programa de Risto es basura me ha servido para reírme un rato, que falta hace.
Nos vemos (bueno, en realidad dudo que nos veamos pero ya sabes lo qeu quiero decir).