Dicen de ella que no tiene alma, ni es hermosa, que es dura, agobiante e invivible.
Dicen que es seca y fría, calurosa e irrespirable, ruidosa y violenta, de noches sin final y amaneceres lentos.
Todos los que se van la critican cuando están lejos, pero ella siempre tiene mala memoria cuando regresan.
Todos los que llegan se preguntan cuándo partirán de nuevo, pero ella tan sólo quiere que te quedes cuanto quieras.
Si la observas bien, nunca encontrarás un mar donde perderte, ni un gran río donde bañarte.
Pero si la observas un poco mejor, encontrarás un cielo azul que no tiene fin.
Al no ser la más hermosa, ni la más admirada, ni la más deseada, algunos pensaron que sería la más fácil.
Por eso, aquellos que decían poseer la luz frente a la oscuridad, pensaron que la podrían tomar sin respetarla. No imaginaron, incrédulos, que los que hablaban mal de ella por no ser la más hermosa, ni la más admirada, ni la más deseada, se levantarían ofendidos para defenderla.
Por eso, aquellos que traían la oscuridad para imponerla de nuevo, pensaron que la podían someter sin esfuerzo. No imaginaron, incrédulos, que los que hablaban mal de ella por no ser la más hermosa, ni la más admirada, ni la más deseada, se juntarían para decirles que no pasarían.
Los hay que la odian por ser quien es, o simplemente por estar donde está.
Por eso, cuando esos mismos la golpean a traición, pensando que se derrumbará como una niña llorosa, olvidan que las niñas ya no quieren ser princesas.
Por eso, cuando el destino se lleva a sus hijos sin avisar, olvida que ella los llorará de nuevo, para luego reírse de él en sus narices.
Seguirá sin tener alma, sin ser hermosa, ni deseada, ni admirada.
Seguirá siendo seca y fría, calurosa e irrespirable, ruidosa y violenta.
Sin embargo, sus noches seguirán sin tener final, y sus lentos amaneceres darán paso a un cielo azul que no tiene fin.
In memoriam.
http://diegocg.googlepages.com/Pongamos_que_hablo_de_Madrid.mp3
Dicen que es seca y fría, calurosa e irrespirable, ruidosa y violenta, de noches sin final y amaneceres lentos.
Todos los que se van la critican cuando están lejos, pero ella siempre tiene mala memoria cuando regresan.
Todos los que llegan se preguntan cuándo partirán de nuevo, pero ella tan sólo quiere que te quedes cuanto quieras.
Si la observas bien, nunca encontrarás un mar donde perderte, ni un gran río donde bañarte.
Pero si la observas un poco mejor, encontrarás un cielo azul que no tiene fin.
Al no ser la más hermosa, ni la más admirada, ni la más deseada, algunos pensaron que sería la más fácil.
Por eso, aquellos que decían poseer la luz frente a la oscuridad, pensaron que la podrían tomar sin respetarla. No imaginaron, incrédulos, que los que hablaban mal de ella por no ser la más hermosa, ni la más admirada, ni la más deseada, se levantarían ofendidos para defenderla.
Por eso, aquellos que traían la oscuridad para imponerla de nuevo, pensaron que la podían someter sin esfuerzo. No imaginaron, incrédulos, que los que hablaban mal de ella por no ser la más hermosa, ni la más admirada, ni la más deseada, se juntarían para decirles que no pasarían.
Los hay que la odian por ser quien es, o simplemente por estar donde está.
Por eso, cuando esos mismos la golpean a traición, pensando que se derrumbará como una niña llorosa, olvidan que las niñas ya no quieren ser princesas.
Por eso, cuando el destino se lleva a sus hijos sin avisar, olvida que ella los llorará de nuevo, para luego reírse de él en sus narices.
Seguirá sin tener alma, sin ser hermosa, ni deseada, ni admirada.
Seguirá siendo seca y fría, calurosa e irrespirable, ruidosa y violenta.
Sin embargo, sus noches seguirán sin tener final, y sus lentos amaneceres darán paso a un cielo azul que no tiene fin.
In memoriam.
http://diegocg.googlepages.com/Pongamos_que_hablo_de_Madrid.mp3
3 comentarios:
Curioso. Tu penúltimo post, digo.
Y esto ahora.
Te abrazo porque en estos momentos, en situaciones así es lo único que me sale...
Me gusta este Madrid tuyo, especialmente en días como hoy.
No sé como he llegado hasta aquí, pero creo que me gustará haber encontrado tus letras.
¡Qué bien conoces sus entrañas! Es un cúmulo de circunstancias, buenas y malas, incómodas y confortables, que le dan personalidad.
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